viernes, 12 de febrero de 2010

Caricatura espantosa: por dos razones

Esta caricatura del Otorongo me parece espantosa por dos razones, en primer lugar porque da a entender que quienes venden chullos y artesanías realizan una labor denigrante. Y en segundo lugar, porque reproduce relaciones de poder hegemónicas, el hecho que Magaly Solier tenga el oscar en sus manos y que todo el mundo aplauda esto, reproduce la noción de que "al fin hemos llegado a la modernidad", "al fin estamos en las grandes ligas". Pues estas "grandes ligas" lo son por una construcción histórica de acumulación de poder en el norte ligada a siglos de colonialismo europeo y estadounidense, de muerte y explotación. Colonialismo que también se ha traducido en un colonialismo cultural a nivel global, en que patrones estéticos son exportados, impuestos y aceptados (sin darse cuenta) por la gran mayoría de personas alrededor del globo, contribuyendo así a la reproducción de un sistema global injusto. Por todo esto, es una caricatura horrible.