viernes, 24 de septiembre de 2010

Dubitaciones sobre la 'Perspectiva de las Capacidades', también llamada 'Desarrollo Humano' o 'Desarrollo como Libertad'

En este post hablaré de algunas dudas que la perspectiva del Desarrollo Humano genera en mí , a raíz que, precisamente, he empezado mis estudios en esta relativamente nueva tendencia.

Primero, pienso que, aunque trate de evitarlo y tienda ser una propuesta lo más abierta posible dentro de sus limitaciones, sigue siendo una iniciativa colonial. Es decir, construida en la universidades del Norte y que se trata de difundir por el globo. No niego las buenas intenciones de sus iniciadores; no obstante, parten de concepciones acerca del significado de la libertad y sobre los "mínimos" necesarios para llevar una vida "humana" que han sido elaboradas en espacios sociales pertenecientes a la cúspide de la jerarquía social planetaria y que, por lo tanto, poseen sus propios sesgos etnocéntricos acerca de lo que es una vida buena. En este sentido, no puede ser, como sus fundadores alegan, una perspectiva normativa y universal.

Segundo, esta forma de ver el "desarrollo" no supone ni una crítica a la modernidad ni al capitalismo (debo decir que, quizá sea una de las más recientes embestidas modernas). En otras palabras, asume que las reformas deben darse dentro del patrón de organización social dominante en la actualidad: neoliberal en lo económico y democrático liberal en lo político. No va más allá, no vislumbra cambios ontológicos.

Tercero, se centra demasiado en lo "humano". Entiendo que es así pues surgió en debate con la economía, que solo se centraba en las cosas. ¿Pero acaso las plantas, los animales, la naturaleza no son igual de importantes? Esto evidencia su intrínseco carácter moderno, que pone al hombre en el centro y sobre todas las cosas. Pienso que los acontecimientos de los últimos 100 años ya han revelado las terribles consecuencias de esta idea.

A pesar de todo esto, el Desarrollo Humano me ha dado algo de paz, dado que indica qué acciones se deben tomar para contribuir a mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en las más precarias condiciones. No solo es análisis (como ocurre muchas veces en mi especialidad, la sociología) ni angustia posmoderna de saber que no se puede hacer nada (recurrente por estos lares en estas épocas). De algún modo, otorga pautas para hacer de este un mundo un poco más justo.