jueves, 10 de marzo de 2011

Cine y “elitismo intelectual”

Hace poco una persona muy cercana, en son de broma, despreció mi gusto por no ver solamente películas “caletas”, sino también películas de cartelera. Este amigo, a quien aprecio bastante, recientemente llevó un curso de cine por lo que se sentía conocedor del tema. Esto me llevó a reflexionar sobre dos asuntos:

En primer lugar, acerca de los planteamientos de Portocarrero et al (2010), quien separa a grandes rasgos las producciones cinematográficas en cine-arte y en cine-show. El primero, considerado por mi amigo como “caleta”, deconstruye sentidos comunes, desvela injusticias soterradas, muestra distintos modos de sociabilidad e invita a la reflexión crítica de la situación presente. El segundo, está destinado a entretener a las grandes mayorías, llevarlas por un vértigo de sensaciones con historias de pulso imparable y grandilocuentes efectos especiales. No obstante, en estos films también se cristalizan potentes mandatos sociales acerca de los más diversos ámbitos de la vida diaria: relaciones de pareja, actitudes ante la familia, frente al trabajo, horizontes de vida, religión, e inclusive yendo a un ámbito macro relaciones geopolíticas, entre muchas otras cosas más. En este sentido, el cine-show, al ser masivo, constituye un interesantísimo objeto de estudio para entender el modo cómo millones de personas construyen su individualidad, sus actitudes y posturas frente a la vida. Es preciso acotar que esta relación no va en un solo sentido, es recíproca, pues las personas y sus vidas, al mismo tiempo, moldean lo que vemos en el cine masivo (es obvio que diferentes actores económicos y políticos influyen en lo que es mostrado en pantallas, pero ellos no entran en el presente análisis).

En segundo lugar, y para terminar, volviendo al amigo que impulsó esta reflexión y que estudia Ciencias Sociales; debo decir que usualmente me molesta el aire de “eruditos” que muchos estudiantes y profesores se arrogan. Considero más provechosa una actitud de humildad, siguiendo de algún modo a Sócrates, quien, como sabemos, decía que solo sabía que nada sabía. Este es el quid del asunto y la postura más productiva, pues impulsa constantemente el “conocer más”; sin quedarnos en la fanfarronería de alardear que sabemos mucho, cuando en realidad sabemos poco.

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PORTOCARRERO, Gonzalo

2010 Figuraciones del mundo juvenil en el mundo contemporáneo. Lima: CISEPA.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Dubitaciones sobre la 'Perspectiva de las Capacidades', también llamada 'Desarrollo Humano' o 'Desarrollo como Libertad'

En este post hablaré de algunas dudas que la perspectiva del Desarrollo Humano genera en mí , a raíz que, precisamente, he empezado mis estudios en esta relativamente nueva tendencia.

Primero, pienso que, aunque trate de evitarlo y tienda ser una propuesta lo más abierta posible dentro de sus limitaciones, sigue siendo una iniciativa colonial. Es decir, construida en la universidades del Norte y que se trata de difundir por el globo. No niego las buenas intenciones de sus iniciadores; no obstante, parten de concepciones acerca del significado de la libertad y sobre los "mínimos" necesarios para llevar una vida "humana" que han sido elaboradas en espacios sociales pertenecientes a la cúspide de la jerarquía social planetaria y que, por lo tanto, poseen sus propios sesgos etnocéntricos acerca de lo que es una vida buena. En este sentido, no puede ser, como sus fundadores alegan, una perspectiva normativa y universal.

Segundo, esta forma de ver el "desarrollo" no supone ni una crítica a la modernidad ni al capitalismo (debo decir que, quizá sea una de las más recientes embestidas modernas). En otras palabras, asume que las reformas deben darse dentro del patrón de organización social dominante en la actualidad: neoliberal en lo económico y democrático liberal en lo político. No va más allá, no vislumbra cambios ontológicos.

Tercero, se centra demasiado en lo "humano". Entiendo que es así pues surgió en debate con la economía, que solo se centraba en las cosas. ¿Pero acaso las plantas, los animales, la naturaleza no son igual de importantes? Esto evidencia su intrínseco carácter moderno, que pone al hombre en el centro y sobre todas las cosas. Pienso que los acontecimientos de los últimos 100 años ya han revelado las terribles consecuencias de esta idea.

A pesar de todo esto, el Desarrollo Humano me ha dado algo de paz, dado que indica qué acciones se deben tomar para contribuir a mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en las más precarias condiciones. No solo es análisis (como ocurre muchas veces en mi especialidad, la sociología) ni angustia posmoderna de saber que no se puede hacer nada (recurrente por estos lares en estas épocas). De algún modo, otorga pautas para hacer de este un mundo un poco más justo.

viernes, 20 de agosto de 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

Capitalismo... ¿algo bueno? Posmodernismo... ¿algo mejor?


El otro día pensaba acerca de las posturas sumamente críticas a partir de las cuales desde las Ciencias Sociales se aborda al capitalismo como forma de organización social, y sobretodo a su más reciente vertiente neoliberal. Muchas de estas críticas, aunque no de un modo explícito, poseen una nostalgia romántica acerca de formas de vida más comunitarias y maneras de sentir menos egocéntricas. Sin duda muchas de las críticas son válidas y develan opacidades para comprender procesos e injusticias de la vida contemporánea.

Sin embargo, creo que muchas de estas críticas dejan de lado el hecho de que en realidad toda forma de organización social ha estado atravesada y ha generado (como el capitalismo) multitud de desigualdades, miseria, opresión, violencia, etc. Es cierto que el capitalismo por su intrínseco carácter masivo de producción de bienes materiales y simbólicos así como de personas —en el sentido de que su llegada a diversos espacios geográficos estuvo ligada, al final de un largo proceso histórico, con el aumento demográfico, proceso relacionado a su vez con mejoras médicas y en salubridad, ligadas al mismo tiempo al proceso capitalista— ha generado en un nivel cuantitativo mucho más sufrimiento que otras formas de organización social. Pero las demás también, si bien en menor escala, lo cual no significa menos sufrimiento.

Entonces ¿en qué quedamos? ¿es que acaso siempre ha habido y habrá sufrimiento, opresión, explotación e injusticia? ¿es que en realidad el "hombre a muerto" y ya no podemos concebir su agencia como un elemento central en la consecución de un mundo mejor? Pues yo no creo esto, considero que sean cuales sean los arreglos sociales dentro de los cuales las personas nos encontramos podemos esforzarnos, incluso desde espacios microsociales, por conseguir un mundo mejor y más justo. Considero que no debemos caer en la angustia posmoderna de que ya no podemos saber nada ni hacer nada. Pienso que si bien las perspectivas posmodernas hacen críticas agudas y valiosas de muchos pensadores y actores sociales del pasado, debemos tomar estas críticas para articular nuevos proyectos e iniciar nuevas acciones (así ya no estemos seguros de que son las correctas). Me niego a pensar que siempre habrá sufrimiento y que en realidad no podemos hacer nada por ello. Así me tilden, como una vez un profesor hizo, de moderno.

martes, 27 de abril de 2010

El poder de Cipriani

Ante el reciente anuncio de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) acerca del diferendo entre la PUCP y el arzobispado de Lima, me empecé a preguntar acerca de poder de Cipriani. Recuerdo que un amigo me comentó hace unos meses que su jefe, un alto funcionario de la universidad, le había contado que Cipriani había movido sus fichas para colocar magitrados en el TC. Si esto fue así, cuáles son entonces las redes subrepticias de poder en el estado a través de las cuales el arzobisco puede designar a sus miembros en favor de su interés, y por supuesto, del Opus Dei, del cual es cabeza en el Perú. Hasta dónde llegan sus tentáculos para mover determinados aspectos del engranaje del estado.

Esto hizo que me pregunte también acerca de los espacios controlados por el Opus Dei y/o a través de los cuales puede difundir su mensaje católico de extrema derecha. Está el programa que tiene Cipriani en RPP, estación muy oída, en donde siempre habla de temas políticos. También le transmiten la misa dominical en el canal 5, donde habla de estos temas desde su habitual intolerancia. Rafael Rey, uno de sus monaguillos más fervientes, está en el ministerio de Defensa desde por supuesto vela por los intereses de su secta y se pronuncia sobre temas que no le corresponden a su cartera (aborto, métodos anticonceptivos, etc.). El Opus Dei tiene una universidad, la de Piura (carísima por cierto) y un colegio, el Alpamayo (también carísimo), desde impulsan e inculcan en las mentes de jóvenes y niños su catolicismo opresor y sectario (ojo que esta es solo una forma de catolicismo, existen otras tendencias liberadoras).

Pienso que se debe investigar más sobre el Opus Dei, sobre sus redes oscuras de poder a través de las cuales buscan controlar al estado y a la sociedad. No podemos ver todo lo que hacen ni todas las influencias que tienen. Demos investigar por dónde se extienen sus tenazas. Por ello, los miembros de la comunidad PUCP debemos empezar en casa, ¿qué significa que Cipriani haya botado a los curas que daban misa en la universidad y haya designado a dedo a otros?¿es esta otra de sus movidas, por medio de la cual piensa poco a poco ganar nuevos espacios?

viernes, 12 de febrero de 2010

Caricatura espantosa: por dos razones

Esta caricatura del Otorongo me parece espantosa por dos razones, en primer lugar porque da a entender que quienes venden chullos y artesanías realizan una labor denigrante. Y en segundo lugar, porque reproduce relaciones de poder hegemónicas, el hecho que Magaly Solier tenga el oscar en sus manos y que todo el mundo aplauda esto, reproduce la noción de que "al fin hemos llegado a la modernidad", "al fin estamos en las grandes ligas". Pues estas "grandes ligas" lo son por una construcción histórica de acumulación de poder en el norte ligada a siglos de colonialismo europeo y estadounidense, de muerte y explotación. Colonialismo que también se ha traducido en un colonialismo cultural a nivel global, en que patrones estéticos son exportados, impuestos y aceptados (sin darse cuenta) por la gran mayoría de personas alrededor del globo, contribuyendo así a la reproducción de un sistema global injusto. Por todo esto, es una caricatura horrible.

sábado, 16 de enero de 2010

¿Por qué le ganó Jaime de Althaus a Sinesio López?


El 24 de noviembre del 2009 se llevó a cabo el debate entre Sinesio López y Jaime de Althaus. El debate se refirió a las posturas e interpretaciones confrontadas que ambos peseen acerca de la dinámica de crecimiento económico vivida en el Perú en los últimos años.

Este debate tuvo como claro ganador a de Althaus, quien realmente revolcó a López. Pero ¿cómo lo hizo?

A lo largo de toda su exposición, de Althaus presentó una serie estudios y cifras que daban soporte a cada uno de sus argumentos. Lo que plantea centralmente es que durante los últimos años de crecimiento económico, gracias a las medidas neoliberales, se ha vivido en el Perú un capitalismo democratizador, que ha incluido en este crecimiento a sectores antes relegados, que articula diversos sectores de la economía y hace crecer el mercado interno. Todo lo cual se traduce en un constante incremento del bienestar de la población. Argumenta que si el modelo no ha conseguido mayores logros es debido a la ineficiencia del Estado en promover un mayor bienestar.

Frente a esto Sinesio López argumentó que lo que se vive es un capitalismo depredador, que ha constituido (como en el pasado) una economía de enclave que ocasiona la salida de la riqueza del país al extranjero, lo cual no beneficia a la mayoría de la población sino a un pequeño grupo ligado a las empresas transnacionales. Planteó que el enorme peso que tiene la explotación de minerales e hidrocarburos no genera ni empleo ni bienestar, ya que son actividades que no requieren mayor mano de obra al ser automatizadas. Así mismo, considera que una economía abierta con una fuerte presencia de capitales extranjeros produce una gran dependencia del exterior, lo que se ha visto con la crisis internacional.

Frente a esto de Althaus planteó que todos los argumentos de López eran mitos de la izquierda, que añoraban la época de la Industrialización por Sustitución de Importaciones, modelo que fracasó. Así, de Althaus demostró con estudios y cifras que cada uno de los argumentos de López estaban equivocados, y que más bien estas sostenían sus argumentos.

Ante esto, considero que la izquierda debe reestrucutrar su crítica anticapitalista. He escuchado a muchos miembros de la izquierda sostener las mismas ideas que López, muchas de ellas heredadas del paradigma dependentista de la década de 1970, quienes las esgrimen muchas veces (no siempre) sin tener mayor sustento. Asumiendo que las cifras presentadas por de Althaus sean verdaderas (lo cual es discutible) el capitalismo neoliberal en el Perú (bien que mal) estaría funcionando. Por ello, al considerarme yo mismo de izquierda, considero que la crítica a este modelo debe ser ontológica. Es decir una crítica al capitalismo como lo que es, una forma de organización social jerárquica y explotadora, que requiere de la extracción de plusvalía a muchos para el beneficio de pocos (sean individuos, grupos sociales, países o regiones enteras), sistema que en su versión tardía (en la que vivimos) trata a las personas no como tales, sino como consumidores en la búsqueda de mayores ganancias. Forma de organización social dentro de la cual las personas venden su fuerza de trabajo por un salario (que no representa el valor del trabajo producido, ya que parte de este es extraído por el capitalista) haciendo muchas veces labores que detestan para luego llegar a sus casas cansados y sin poder disfrutar de sus vidas. Llenando estos vacíos con programas de televisión, películas, videos musicales, que lo que buscan es que las personas sigan gastando su dinero en necesidades creadas y a través de los cuales se reproduce la idea de que esta forma de vivir es la mejor, “la más feliz”.

Por ello, si es que el modelo de “desarrollo” capitalista neoliberal está funcionando en sus términos (cosa que es discutible y mayores análisis deben ser realizados, la izquierda debe hacer estos análisis y si este modelo no funciona argumentarlo no solo con ideas sino también con estudios y cifras que sustenten estos argumentos) la izquierda debe colocar en el debate si lo que queremos es una sociedad como la descrita, o si deseamos un mundo nuevo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

domingo, 6 de diciembre de 2009

El tiempo es hoy

En ocasión de la cumbre de Copenhagen para frenar las consecuencias del cambio climático, Oxfam ha elaborado el siguiente video por un acuerdo real que evite la destrucción del planeta.