sábado, 15 de agosto de 2009

La Feria del Libro de Lima como un espacio de reproducción de elites


La feria del libro acaba de terminar, espacio considerado por muchos de “difusión de cultura”. Sin embargo, lo que la feria constituye esencialmente es un espacio de reproducción de élites.

Pongámonos a pensar primero, quiénes tienen el capital económico para poder gastar su dinero en libros cuyo precio mínimo es de S/. 20. Es decir, dejar de gastar para satisfacer la canasta familiar, e ir a la feria a comprar libros. Me atrevo a decir que son quienes se ubican en los llamados niveles socio-económicos (NSE) Ay B.

Por otro lado, quiénes poseen el suficiente capital cultural para interpretar los textos especializados que se venden allí. Pues de nuevo las personas de los NSE A y B quienes han recibido en promedio mejor educación y durante más años que las personas de los demás NSE. Todo ello relacionado al capital económico y cultural de sus familias.

En este sentido, también debemos tener en cuenta consideraciones socio-espaciales. ¿Dónde estaba ubicada la feria del libro? Pues en el distrito de San Borja, ¿dónde estuvo ubicada en años anteriores? En el Jockey Plaza de Monterrico en Surco. Como vemos, la feria del libro ha estado siempre ubicada en dos de los distritos más pudientes de la llamada “Lima Moderna”, la cual a sí mismo aglutina a prácticamente todas las familias de NSE A y B. Al limitar la ubicación de la feria a estos espacios, se delimita el público a la cual está dirigida, ya que este asiste debido a sus representaciones socio-espaciales de la ciudad. Si soy de NSE Ay B y me muevo diariamente en la llamada Lima Moderna, la feria está ubicada dentro de lo que considero la ciudad. Sin embargo, si vivo en uno de los conos de Lima, donde se concentran la mayoría de familias de NSE C, D y E, muchas veces (ojo, no digo siempre) los espacios donde me desenvuelvo diariamente no son los de la llamada Lima Moderna, en este sentido mis representaciones socio-espaciales acerca de la ciudad me dicen que la feria está muy lejos, no solo espacialmente sino también de mi “posición de clase”.

Otro punto relevante es las fechas en la cual se realiza: en fiestas patrias. Y el lugar en el cual se realizó este año: en el vértice del Museo de la Nación, al lado de la Biblioteca Nacional. Estos dos elementos pueden ser interpretados en el sentido en que es el estado-nacional el que avala, difunde y quizá financia la feria. Es decir, el estado amparándose en los símbolos de la nación: fiestas patrias, museo y biblioteca, apoya este espacio elitizante, dirigido a quiénes considera sus verdaderos ciudadanos.

Es importante destacar la Feria del Libro realizada en el cono norte, la cual se realizó en el Mega Plaza. Pues bien, esta feria se realizó en el área conurbana de la ciudad de mayor crecimiento económico, ¿acaso el cono este y el sur no merecen también una feria?

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