martes, 25 de agosto de 2009

La noción de Proyecto Político*


A continuación sintetizo los diversos elementos que constituyen la noción de proyecto político, y en este sentido también la noción de sujeto político. Espero que le sea útil a todo aquel que lleve acabo una investigación y/o que busque consolidar algún proyecto político democrático.

La noción de Proyecto Político designa los conjuntos de creencias, intereses, concepciones del mundo y representaciones de lo que debe ser la vida en sociedad, los cuales orientan la acción política de los diferentes sujetos. Esta noción, a su vez, tiene varias implicaciones:

1. El esfuerzo por enfatizar la intencionalidad como componente de la acción política, afirmando el papel del sujeto y de la agencia humana como dimensiones fundamentales de la política. Implica un horizonte más o menos abierto de posibilidades, estructurado culturalmente a través de las narrativas existentes, pero implicando también orientación, misión y vocación, esto es, un compromiso autoconsciente con un futuro transformable.

2. No se reducen a estrategias de actuación política, sino que expresan, vehiculan y producen significados que integran matrices culturales más amplias. Así, los distintos proyectos políticos al mismo tiempo que se anclan en configuraciones culturales existentes, también elaboran e introducen nuevos elementos. Tensionando y transformando el repertorio cultural de la sociedad.

3. Esta noción de proyecto político no se limita a formulaciones sistematizadas y abarcadoras como los proyectos partidarios, recubre una amplia gama de formatos en los cuales las representaciones, creencias e intereses se expresan en acciones políticas con distintos grados de explicitación y coherencia. La flexibilidad de la noción permite que sea capaz de dar cuenta de la multiplicidad y diversidad de los sujetos políticos y de sus diferentes formas de acción. Tal diversidad incluye sujetos más o menos estructurados, con un ámbito de actuación más local o más amplio, centrados en la institucionalidad política o en la transformación social o cultural.

4. Más allá de le heterogeneidad formal que asume la noción de proyecto, contiene además una diversidad interna en cuanto a las varias dimensiones que en ella están presentes.

Así los proyectos políticos son colectivos y se caracterizan fundamentalmente por su dimensión societaria, pues contienen visiones de lo que debe ser la vida en sociedad. El carácter distintivo que lo diferencia de otras nociones es su vinculación con la acción política, en el hecho de que los contenidos de un proyecto político orientan esta acción en las diversas formas que ella asume.

En los proyectos políticos, si bien la dimensión societaria es muy importante, estos estarán conformados siempre por combinaciones de una variedad de dimensiones, con énfasis y pesos variables en la configuración de cada uno. La identificación de la presencia de esas dimensiones y sus respectivos pesos puede permitirnos una comprensión más adecuada de los distintos proyectos y, especialmente, de la disputa que se traba entre ellos.

La noción de proyecto político apunta al proceso de síntesis entre identidades colectivas y personales, lo cual es necesariamente constitutivo de la elaboración de proyectos o “narrativas proyectivas”.

Por otro lado, la dimensión de clase tiene un lugar evidente y exhaustivamente estudiado como elemento constitutivo de los proyectos políticos. La posición de clase define un horizonte de intereses, vivencias, experiencias y cultura compartidos que crea las bases de potenciales proyectos específicos. Sin embargo, el compartir estos elementos no garantiza la existencia de proyectos políticos.

Toda esta gama de las diferentes dimensiones de los proyectos políticos, si bien constituye apenas una primera aproximación al tema, evidencia la complejidad y la variedad de los procesos de síntesis, de las combinaciones y negociaciones que pueden establecerse entre ellos.

El énfasis en las varias dimensiones y en la dinámica interna de los proyectos, en los procesos de síntesis y de múltiples combinaciones que de ella derivan, afirma también su carácter mutable, en continua y necesaria transformación. Una dinámica que se produce como resultante de procesos “internos”, que responden a transformaciones de sus portadores, como de las relaciones que los proyectos necesariamente establecen con sus interlocutores “externos”, sea que nos refiramos a las condiciones objetivas, recursos, oportunidades, que califican la realización de las intencionalidades, deseos y aspiraciones en ellos contenidas, o a los otros proyectos en disputa.
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*En: Para otra lectura de la disputa por la construcción democrática en América Latina. Dagnino, Olvera y Panfichi.

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